UN PASO MÁS

Hace algunas semanas el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio Tapia, anunciaba la profesionalización del fútbol femenino en Argentina. AFA proveerá $120.000 a los 16 clubes de Primera División para que hagan al menos ocho contratos por institución, con salarios que se asemejan a los de Primera C. Si bien muchas personas recibieron esta noticia con un gran asombro, el camino a este primer paso no fue azaroso.




En 1971, un grupo de futbolistas argentinas viajaron a México en condiciones imaginadas para disputar un Mundial. Era el segundo mundial que se celebraba en la historia del fútbol femenino y Argentina fue parte de esas primeras páginas. Si bien hay registros de mujeres que practicaron fútbol en nuestro país desde la década de los 50′, este evento marcó un precedente y un puntapié para el posterior crecimiento de la disciplina. En ese Mundial, Argentina goleó 4-1 a Inglaterra, en el mismo estadio que Maradona haría sus dos goles más famosos 15 años después: el mítico Estadio Azteca.





Elba Selva convirtió todos los goles de ese partido histórico, que se jugó un 21 de agosto. Por tal motivo, las Pioneras del Fútbol Argentino, un grupo de grandes futbolistas de las décadas de los 50′ a los 90′, reunido por Lucila Sandoval, propusieron que todos los 21 de agosto se celebre en el país el día de la futbolista, fecha que fue adoptada por varios equipos de fútbol femenino pero que la AFA aún no oficializó. Desde hace algunos años, las Pioneras se han ocupado de difundir las desigualdades que existen en el mundo del deporte y de luchar por todos esos derechos que ellas no pudieron gozar cuando jugaban.
Hace solo un año, en la Copa América de Chile, la Selección Argentina había llegado a la máxima cita continental con escasa preparación y venía de haber estado en paro en septiembre de 2017 después de que AFA no les hubiera reservado ningún hospedaje en un partido amistoso en Uruguay, frente al seleccionado local, por lo que las máximas exponentes de nuestro fútbol tuvieron que dormir en el micro que las trasladó a tierras charrúas. Ante este panorama, y con dos años sin disputar siquiera un amistoso a nivel internacional, la Selección posó en su primer encuentro con las manos detrás de las orejas, en modo de protesta y bajo la consigna “queremos ser escuchadas”.
La foto causó gran repercusión en los medios locales que comenzaron a prestarle algo de atención al fútbol femenino. La clasificación de Argentina a un repechaje en ese mismo evento, también ayudó a instalar en la agenda mediática a la disciplina. Finalmente, en noviembre de 2018 Argentina consiguió la clasificación al Mundial de Francia de este año, con estadio lleno en Arsenal incluido, y volvió a estar en los principales focos mediáticos.


La lucha por un fútbol profesional ya había empezado y, en enero de 2019, Macarena Sánchez se puso a la cabeza en esta pelea luego de haber perdido su trabajo como futbolista de UAI Urquiza, que la desvinculó y la dejó sin chances de jugar hasta la segunda mitad del año. Macarena dio muestras de valor y argumentos sólidos para explicar por qué era necesario un fútbol femenino profesional.
El anuncio de AFA tuvo un poco que ver con el trabajo de todas estas grandes mujeres del fútbol argentino y de muchas otras personas que no están tan expuestas y que trabajan día a día desde sus lugares en el mundo del deporte. La profesionalización del fútbol femenino, en los términos actuales, es un buen primer paso de cara a una larga lucha que todavía tiene muchísimos puntos más por alcanzar, en un ámbito donde las diferencias entre hombres y mujeres son abismales.
Mucho camino queda por recorrer en la lucha por la igualdad de condiciones y oportunidades en el deporte. Es importante que reconozcamos a todas aquellas personas que fueron partícipes del proceso de crecimiento de una disciplina que avanza en todos los rincones del planeta para que podamos seguir obteniendo resultados.